sábado, 12 de julio de 2008


De algún lugar del cuerpo tira el pesado pasado
del pelo, de las sienes, de las manos, del alma cruda y fea
Desde algún lugar se extrañan el ruido de las aves
los finos violines
los cines de invierno despojados de humanidad
el corazón rojo y grande como una sandía madura
el tango
las camas volando por cualquier lugar del cosmos
las esquinas de las calles esperan
las veredas desahogan petróleo amargo
la calma suena a humedad en las paredes
Y el cuerpo languidece con los minutos ásperos que pasan sus agujas por la espalda
Y la sombra crece más grande que el ser
Y se queda uno sin ojos, sin boca, sin uñas
Con el corazón pequeño y consumido como una pasa de uva
Y levita uno sin quererlo, por la misma liviandad de la materia
Y se queda uno tan solo
Y se queda uno


Dibujo: Ana Bosch

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